Tom Hansen (Joseph Gordon-Lewitt) es un hombre común y tal vez sea el prototipo del 51% de los varones que pululan por el planeta: inseguro, tranquilo, que tiene dos o tres amigos que parecen sus hermanos, que tiene un trabajo que lo consume por dentro, pero que a la vez le da seguridad monetaria y donde también, es querido y respetado.

Todo funcionaba igual y bien en la vida de Tom: estaba lleno de ideas sin concretar, sueños de los que temía cumplir, rutinas que le daban una falsa sensación de seguridad y por supuesto, amaba aquella parte de su historia que sólo lo comprendía él: su visión del amor, de la pareja y también de las artes y de la pegajosa música de los 80.

Tal como lo dice un notable narrador que acompaña la cinta: Tom es fruto de la melancolía y de la visión de Hollywood de los adolescentes en “El Club de los 5” y de otras cintas en que participó Molly Ringwald, donde las cosas son por el destino y las oportunidades se presentan como una estrella fugaz: rápida, bella y también, por única vez. Notable y a la vez, peligroso.

Todo esto funcionaba bien hasta que Tom conoce a “Summer”, una atrayente y también odiable Zooey Deschanel, que cumple con el papel de una mujer normal, pero que en el fondo traspasa algo misterioso que la convierte en deseable, amable e inalcanzable.

La historia gira en cómo un hombre eternamente enamorado construye su historia junto a Summer, quien jamás le da esperanzas pero sí trazas de amor que lo atormentan y lo sumen en un mundo donde muchas veces toman al espectador, y lo mueven a episodios presentes o pasados de su propia vida.

La dirección es notable. Juega con los sentimientos de Tom, involucra a los cinéfilos y presenta una historia de des-amor jugando en idas y regresos de los 500 días que estuvo con ella. A pesar de los cambios, el hilo conductor se mantiene perfecto y logra manipular magistralmente la gracia directa, el chiste fácil y también un cruel, muy cruel humor negro que sólo surge cuando borracho, te burlas de las miserias de tu mejor amigo (eso sólo lo entienden los hombres).

No hay posibilidad de aburrimiento. La sensación que estás viendo una película liviana se suma a un argumento fácil pero notablemente efectivo y al final y para muchos, el sentimiento del corazón roto que muchas veces los “mamones” y enamoradizos hemos experimentado, se repite con un final para nada feliz, lo que convierte a “500 Días Con Ella”, en una cinta que hay que ver con amigos solteros o con tu pareja. Si estás pasando por un quiebre, jamás se te pase por la cabeza visitar el cine (sano consejo).

Nota final: una de las cosas para recordar es que el único personaje de la cinta que tiene claro qué hacer es la hermana de 10 años de Tom. Notable.

Ficha:

Cinta “500 Días con Ella” (500 days of Summer)
Director: Marc Webb
Duración: 95 minutos
Censura: + 14 años
Calificación de 1 a 5: 4 (buena)
Fecha de la revisión: 13 de marzo de 2010. Cine Cinemark Alto Las Condes, Santiago